Es en el Maestrat donde encontramos la mayor densidad de ejemplares de olivo que superan, según las últimas dataciones, los dos mil años de edad. Simplemente impresionante.
A la vez que se describirán los rasgos más llamativos de la cultura y el paisaje autóctonos, iremos adentrándonos en los campos para abrazar, sentir, oír el latido de los milenarios árboles. En la ermita de Santa Isabel tomaremos nuestro particular almuerzo autóctono y descubriremos la Sénia de Marimon, una enorme y antiquísima noria. Antes de comer distintos productores de aceite nos ofrecerán una cata del milenario oro líquido.
La experiencia incluye: